Crece la demanda en emprendimientos en la Costa Atlántica que se consolidan como opción de vacaciones y de renta. Lotes desde US$ 25 mil.

Por Liliana Carbello Clarín – 11 de febrero de 2022.

Ver artículo completo

Desde hace unos años, las viviendas en barrios cerrados de la Costa Atlántica se han convertido en productos elegidos como segunda residencia. Su corta distancia con la ciudad de Buenos Aires, sus paisajes, la seguridad y la cercanía son los elementos fundamentales en esta elección.

Tener la posibilidad de costa sobre el mar, se ha convertido en un gran valor agregado para un puñado de emprendimientos, que les permite acceder a la playa en forma directa y, a la vez, tener una mayor privacidad.

Martín Galli, cofundador del barrio El Salvaje asegura que “Disfrutar de una vivienda cerca de la costa es un nuevo estilo de vida, una manera diferente de vivir. La playa, el mar, la arena, el clima y la naturaleza de la zona facilitan una serie de actividades que no se pueden disfrutar en otro lado y que potencian hábitos de vida más saludables”

Dunas de las Pampas, en Villa Gesell, cuenta con un sector de unidades residenciales con vistas al mar.

En la oferta hay complejos agrestes con sus primeras obras en marcha, rodeadas por playas casi vírgenes. También están los condominios exclusivos y complejos muy concurridos que poseen un diseño urbanístico ambicioso y planificado.

En un principio captaron a un público ávido por invertir. Hoy se han convertido en uno de los destinos elegidos al planificar vacaciones o días de descanso durante el año.

En precios, en tanto, si bien la cercanía con el mar cotiza, el abanico es bastante amplio: hay lotes desde US$ 25 mil hasta US$ 380 mil, en la primera línea del mar.

En marzo del 2020, el contexto generado por la pandemia, generó incertidumbre en los inversores, que rápidamente pusieron en stand by los proyectos de construcción y compra de propiedades.

El Salvaje, en Villa Gesell, se caracteriza por combinar paisajes de mar y campo.

“Esta situación empezó a revertirse en septiembre, cuando aparecieron los primeros vestigios de reactivación de las actividades, con consultas para retomar los proyectos y nuevos interesados en compra de lotes y casas. Esta tendencia se consolidó en noviembre y hoy es una realidad”, afirma Santiago López, director de Grupo Tres Ele, desarrollador de Km 314, en San Clemente del Tuyú.

El perfil del comprador es variado y fue cambiando con el tiempo. Santiago Valledor, gerente de Proyectos de Eidico, desarrolladora de Costa Esmeralda, los enumera. “Hay personas que conocen los barrios a raíz de haber pasado las vacaciones o algunos días de descanso, propietarios que quieren estar más cerca del mar y, por último, los inversores, que apuestan a una revalorización de los terrenos a un mediano y largo plazo”.

Dentro del segmento de los compradores apareció una nueva variable, que fortaleció la tendencia de la gente de migrar hacia lugares para vivir con espacios más amplios y más verde, lo que se vio favorecido también por la instalación del home office. El teletrabajo trajo una demanda de mayor conectividad, que se refleja con más tendidos de fibra óptica.

Si quieres seguir leyendo, puedes seguir ingresando a la nota completa haciendo click aquí.